Hoy en día la actividad de cultivo de trufa negra supone una gran repercusión socioeconómica en las zonas donde se cultiva. Sobre todo como motor para fijar población en pequeñas poblaciones de la Comunidad de Aragón. Este desarrollo socioeconómico no solo se centra en cultivadores y recolectores, sino que abarca a todo tipo de empresas relacionadas con la truficultura como viveros, alimentarias transformadoras, ingenierías forestales o puntos de venta, entre otros.
Debido a este impacto socioeconómico, a la evolución del cultivo de la trufa negra y todo el trabajo realizado en la asociación desde sus inicios, vamos a dar el paso al desarrollo de la marca IGP de Trufa Negra de Aragón.
Nuestro próximo objetivo, y sumado a los fines de la asociación, es el proyecto de que nuestra trufa negra adquiera la condición de Indicación Geográfica Protegida con el objetivo de llegar a ser una marca de garantía de calidad, luchar contra el fraude (malos etiquetados o aromas). Para ello, desde la asociación, estamos creando una marca basada en la trazabilidad, selección de calidades, buenas prácticas y certificación de calidad.
En este proyecto nos hemos unido en la Federación de la Trufa Negra de Aragón con la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa Negra de las comarcas de Zaragoza (Truzarfa) y la Asociación de Jóvenes Truficultores de Teruel.
Además, en esta iniciativa contamos también con el apoyo institucional de las Diputaciones Provinciales de Zaragoza y Huesca (DPZ y DPH), con el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET) de Graus.
Durante el año 2021 hemos trabajando para activar la marca en el 2022 e iniciar el proceso de sinergias con el Sello de Garantía de Calidad del Gobierno de Aragón (C’alial).
Creemos firmemente en las ventajas que este proyecto va a ofrecer al truficultor, y así como también al consumidor final. Tanto la publicidad de marca, así como los nuevos canales de promoción, y la diferenciación de producto, las buenas prácticas y la certificación de calidad.